Un buen glúteo... ¡es imprescindible!


No es sólo cuestión de estética: hoy veremos por qué es imprescindible que nuestra musculatura glútea esté en perfectas condiciones.



El glúteo medio es fundamental en la estabilización de la pelvis: si levanto la pierna izquierda, el glúteo de la pierna derecha tiene que hacer la fuerza suficiente como para retener la pelvis en su sitio y evitar que el lado izquierdo se desplome, de modo que si alguien me mira desde detrás verá que las dos crestas ilíacas están a la misma altura. 

Si el glúteo medio no tiene suficiente fuerza, esta falta de estabilización ocasionará problemas en tobillos, rodillas y lumbares cada vez que quiera levantar una pierna (por ejemplo al caminar).




El glúteo mayor es igualmente importante; es un potente extensor de cadera que ayuda a levantar el peso de mi cuerpo cuando voy a subir escaleras.

Si el glúteo mayor no tiene suficiente fuerza, la mayor parte del trabajo de extensión de cadera deberán hacerlo los músculos isquiotibiales, y como consecuencia se sobrecargarán.



Así que ya sabéis: a entrenar bien esos glúteos...
porque  ¡¡son imprescindibles!!

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